El Nuevo acontecimiento que surgio de un día para otro los Docentes, montaron todo un Sistema de Educación obligatoria a distancia, para continuar su misión de vida desde sus casa.

Con dedicación y Materiales: Su computadora privada y personal; su teléfono celular, su Internet, la energía eléctrica de su casa. pagar de su propio bolsillo. Espacios, es decir La sala, la cocina o cualquier rinconcito de su casa, que hace pública a desconocidos, abriendo la puerta de la intimidad de su casa, haciendo que el resto de la familia se adecúe a esta nueva realidad y sumarle el silencio, no te cruces, no escuches radio ni veas tv mientras dure mi clase, o quédate en tu habitación.

¿Derechos de autor? ¡Cedidos! Investigaciones, imágenes, textos, tareas…Requisitos? ¡Muchísimos! Quejas? ¡De todos, en todo momento, sin sensibilidad al esfuerzo repentino al que estamos sometidos!


La escuela en casa nunca termina, no tiene horarios, se filtra en horarios de cocinar, de almuerzo y cena, de compartir con tu familia y de descansos, incluso durante sábados y domingos…Un millón de correos electrónicos para atender… grupos y más grupos por WhatsApp, llamadas, mensajes, atención personalizada, acercándose a la función tutorial; reuniones en cualquier momento, mensajes de todo orden.


Gestores, alumnos, familias, sociedad: Los profesores y maestros, están trabajando.En realidad, multiplicaron por mucho sus horas de trabajo, pues tuvimos que dedicar horas a contestar mensajes, aclaramos las dudas uno a uno, aunque las hayamos respondido dos minutos antes en el grupo (porque a los estudiantes también se les complica acercar a su realidad diaria esta virtualidad masificada); corregimos las tareas una a una, tratando de leer en fotografías de mala calidad, sin la luz adecuada, imágenes movidas, letras ininteligibles. Los docentes donan más allá de los contenidos -sin hablar de las directrices de orden psicológico-, dentro de la comprensión de hacer que los estudiantes vean la trascendencia de lo que estamos viviendo, las formas de aprender que les son necesarias para la vida.

Yo aplaudo a mis colegas, aplaudo a los docentes de mis hijos y nietos ¡Yo aplaudo a los docentes, con todas mis fuerzas! Por brindar a la educación el lugar que le corresponde en esta época de crisis…Somos parte de la historia.. Aunque no seamos aplaudidos. LOS DOCENTES TAMBIÉN SON HÉROES.