Santo Domingo R.D En las pasadas elecciones presidenciales y congresuales del 5 de julio fueron seleccionados dos diputados para representar la comunidad dominicana en Europa, ambos postulados por el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
La diputada Lily Florentino Rosario es una activista social nacida en 1971 en la ciudad de la Vega, Republica Dominicana.
En el año 2000 se une a la comunidad dominicana en Roma, convirtiéndose desde la asociación que preside, «La Cigua Palmera”, en un pilar de dicho colectivo participando y organizando actividades altruistas sin acepciones de personas en beneficio de los dominicanos.
Desde el inicio de la creación de la asociación, su principal finalidad ha sido mejorar la calidad de vida de los migrantes en Europa.
En la actualidad Florentino preside la Dirección de la Mujer por el PRM en Europa.
Julio César López: «Un dominicano de pura cepa»
En ese mismo sentido el político Julio César López, quien ganó la candidatura a diputado por la circunscripción número 3 de Europa, llegó a España a explorar otros caminos tratando de buscar el éxito fuera de la República Dominicana.
Desde su ingreso a España y recién graduado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo de la carrera de Filosofía, ha dedicado muchos años a conocer el oficio de la construcción.
“Estoy contento de haber aprendido el oficio, haber aprendido a utilizar las manos para hacer cosas y eso se lo agradezco al territorio español que tan bien nos ha acogido”, reconoció el exitoso empresario de la construcción.
Julio César se autodefine como “un dominicano de pura cepa”, es por ellos que siempre se le ha visto de cerca a las iniciativas y entidades que promueven la cultura dominicana en España, tal el caso de la Asociación Cultural y de Cooperación al desarrollo Biblioteca Republica Dominicana (ACUDEBI).
Ambos legisladores electos tienen por delante grandes retos en beneficio de la diáspora, entre ellos, cambiar la percepción de que esta figura no ha impactado positivamente al colectivo dominicano, acusándoles de ser una carga económica para el estado dominicano y de desvincularse de sus necesidades al irse a residir a República Dominicana.