jean alain y ney aldrin

POR:ISIDRO HIDALGO

Santo Domingo R.D. Tras anunciarse la suspensión de las elecciones municipales del 16 de febrero, de este año 2020, por las irregularidades que se presentaron durante el proceso, inmediatamente, sectores del gobierno y el partido oficial, el de la Liberación Dominicana (PLD), principales sospechosos de las anomalías denunciadas, acusaron a la oposición de sabotaje.

Sin embargo, la población no se tragó ese cuento, pues las encuestas daban como favoritos al principal partido de oposición, el Revolucionario Moderno (PRM), que, incluso, había pactado con otras fuerzas en varios municipios.

Lo que siguió después de la suspensión, donde las irregularidades detectadas perjudicaban, únicamente a la oposición, fue una cacería de brujas, represión, torturas y hasta golpizas.

El gobierno y el PLD, tratando de desviar la atención, acusaron al PRM y a la Fuerza del Pueblo de sabotear los comicios municipales.

Los oficialistas dirigieron sus ataques hacia Luis Abinader, hoy presidente de la República, y Roberto Rosario, ex presidente de la JCE y dirigente de la FP.

Incluso, se estaban preparando falsos expedientes en contra esos y otros dirigentes de ambos partidos opositores, que fueron los más afectados con las irregularidades.

Sin lugar a dudas, el gobierno y el PLD buscaban, lavándose las manos como Pilato, sacar de competencia a Luis Abinader, punteros en las encuestas presidenciales, y a Leonel Fernández, el “cuco” de los danilistas.

En esos diabólicos planes, valiéndose de artimañas, de falsas acusaciones, y hasta engañando jueces para obtener una orden de arresto, actuaron dos perversos funcionarios de Danilo Medina, el procurador general Jean Alain Rodríguez y el director de la Policía, Ney Aldrin Bautista Almonte, quienes montaron un show, apresando a un coronel (Ramón A. Guzmán Peralta) y a un técnico de una compañía telefónica (Manuel Regalado), a quienes maltrataron, humillaron y aislaron para presionarlos a que dijeran que Luis Abinader era el responsable del alegado sabotaje.

Fue ese técnico, a través del coronel, el que alertó sobre los planes macabros en la JCE, para perjudicar a la oposición en los comicios municipales y gracias a ellos, se evitó el fraude, aunque las elecciones fueron suspendidas.

Pero, como para hablar mentiras y comer pescado hay que tener cuidado, al final, esos dos perversos funcionarios y sus cómplices, fiscales y oficiales activos, fracasaron, porque, como siempre, surgió la verdad.

Danilo Medina, viéndose acorralado y ante los reclamos de que se solicitara a la OEA investigar y auditar los equipos de la JCE, accedió y, como presidente hizo la solicitud al organismo internacional.

Los resultados de las investigaciones de la OEA arrojaron irregularidades, señalando como responsables al Centro de Cómputos de la propia JCE.

Pero, además, con esos resultados se confirmó las denuncias del doctor Leonel Fernández, de que las primarias del PLD fueron fraudulentas para beneficiar al candidato oficialista.

Con esos resultados se cayeron los planes perversos y criminales de Jean Alain Rodríguez y Ney Aldrin Bautista Almonte, y compartes.

El coronel y el técnico, quedaron libre, aunque maltratado y humillado, el primero, y torturado y víctima de una golpiza, el segundo, como en los viejos tiempos de balaguerato.

Pero, son partes del fortalecimiento de la democracia dominicana, porque gracias a su denuncia de alerta, se pudo evitar un gran fraude electoral y, con ello, posiblemente, una explosión social.

Mientras que a Jean Alain Rodríguez y Ney Aldrin Bautista Almonte y compartes, esa misma historia los juzgará.

Por: Isidro Hidalgo