Santo Domingo Republica Dominicana. Es común que la prensa, comunicadores y los periodistas de Santo Domingo Este no reclamen ser tomados en cuenta dado que por un lado, no pueden alcanzar el «ser vistos» y por otro esperan que las instituciones del estado terminen dándoles publicidad por lo que la crítica está casi extinta en el naciente periodismo local.

Mientras unas instituciones han entendido la regionalización de los medios, el fin de los llamados «medios nacionales» que hoy se sirven de lo que publican los locales y luchan por ser vistos y escuchados más allá del «distrito», otras instituciones como el Ministerio de Turismo «importa» al malecón de nuestra ciudad a Prensa Foránea, ajena a Santo Domingo Este y periodistas que posiblemente solo pasan por nuestras avenidas camino al Aeropuerto… sin que parezca un desprecio.

Las instituciones de cualquier tipo faltan el respeto en las convocatorias de prensa cuando ignoran la diáspora comunicacional que se concentra en las regiones y se especializan incluso en ellas, dando paso a un proceso irreversible de que cada día el target de la comunicación se vuelve más local.

En los municipios del país la llamada prensa nacional pierde fuerza y aunque siguen, por diferentes razones, siendo importantes no es cierto que en Romana, Barahona, Santiago, Puerto Plata, etc, donde existen diferentes medios digitales y llamados «tradicionales», solo de redes sociales o mixtos cumplen el cometido de difundir, analizar, informar, de temas locales por personas de allí, por lo que los temas «nacionales» pierden interés o pasan a ser residuales.

Este fenómeno y la mentalidad arcaica de algunos funcionarios provocan que eventos importantes como las visitas del presidente, incumbentes de direcciones y ministerios o lideres nacionales que llegan a Santo Domingo Este a temas específicos no logran convocatoria y su impacto se minimiza en el pueblo llano además, de ser políticamente incorrecto.

El Ministerio de Turismo no entiende, como otros, que los tiempos cambiaron y cada vez que entren a una región específica sin respetar los de «adentro»… la critica debe ser respetuosa pero como esta, sin piedad por el tamaño del irrespeto a la prensa local.