router wifi

No es ningún secreto que, a causa del confinamiento social provocado por la Covid-19, la red se encuentra sometida a un importante sobreesfuerzo. Tanto, que es posible que, mientras está teletrabajando, o pasando el rato jugando con sus amigos a videojuegos, haya notado en más de un ocasión que sus dispositivos no tienen un comportamiento especialmente fluido en internet. Sin embargo, con unos sencillos trucos, es posible revertir esta situación y que el WiFi de la casa se vuelva más robusto.

Comprobar la velocidad

Lo primero que se debe hacer es determinar la velocidad a la que está funcionando el router doméstico (el aparato encargado de proporcionar el internet). Para ello, se debe emplear un comprobador, desde la empresa de ciberseguridad Kaspersky recomiendan, por ejemplo, Speedtest.net o nPerf.com. Aunque hay muchos más disponibles, como Test de velocidad de Google o los propios de las operadoras.

Si ve que su conexión es buena cerca del router, pero si se aleja un poco comienza a darle problemas, deberá analizar su red mediante el empleo de una aplicación, ya sea móvil o de escritorio. Evidentemente, antes de descargarla, es importante fijarse en que no sea intrusiva y, por tanto, no solicite permisos para acceder a información sensible o a micrófonos y cámaras de seguridad. También deberá analizarla con un antivirus.

«Si, tras ejecutar una aplicación de análisis de WiFi, has descubierto que en la cocina las redes de tus vecinos están a tope, mientras que tu señal es muy débil, eso significa que tu WiFi no está haciendo su trabajo. No te desesperes; lo más probable es que el problema tenga solución», explican desde Kaspersky.

En caso de que se sospeche de la existencia de algún problema técnico es conveniente, lo primero de todo, reiniciar el router WiFi. Es una medida, aunque de perogrullo, que suele tener efectos inmediatos. Pasados unos segundos, lo más probable es que funcione la red inalámbrica como se esperaba.

Colocar el router en el lugar indicado

Puede sonar algo rudimentario, pero reubicar el router, en caso de que el reinicio no haya surtido efecto, puede ofrecer una solución al problema. «Lo normal es situar el router cerca de nuestro ordenador. Pero, en realidad, lo más práctico es colocarlo en una zona céntrica de la casa. Si lo situamos en los extremos de la vivienda, puede que la señal no llegue a la otra punta. Lo habitual es que la señal se extienda a través de círculos concéntricos. Por eso, si lo sitúas en el centro, su cobertura llegará a más lugares. Si vives en una casa de varias plantas, instálalo en un piso intermedio», explican desde Orange.

La operadora también recomienda colocar el dispositivo en un lugar elevado y que no esté cerrado, como sería el caso de un armario: «Para que su funcionamiento sea óptimo, es mejor que esté a la vista y a la misma altura de los dispositivos que se van a conectar a él. Intenta también que el router no esté cerca de elementos de metal o piedra, ni de muros macizos. Estos materiales obstaculizan el paso de la señal».

También hay que tener en cuenta que los dispositivos electrónicos, cuando están cerca del router, pueden empeorar la calidad del WiFi. Por ello, es importante tener cuidado con su disposición. «Algunos de los dispositivos inalámbricos que usamos en nuestra casa generan interferencias en la red WiFi. Comprueba qué equipos como altavoces Bluetooth, teléfono inalámbrico, microondas…, estén debidamente alejados del router WiFi», expresan desde Movistar.

Ojo con los vecinos (y con el canal)

Si la conexión sigue sin funcionar debidamente, existe la posibilidad de que sus vecinos se estén aprovechando de su red WiFi. Hay formas, más o menos complicados, de descubirlo. Una de ellas pasa por el empleo de alguna aplicación. «Existen aplicaciones que permiten a cualquier usuario acceder sin problemas a la lista se equipos conectados. Una de ellas es Who is on my wifi», apuntan desde Movistar.

También es posible comprobarlo solo hay que abrir un navegador con la dirección específica (generalmente, 192.168.1.1 o 192.168.0.1) y ver todos los movimientos. Si aparece en el listado un dispositivo que no es nuestro, pues ahí tienes una razón. El problema de que alguien sin nuestro permiso acceda al router es que una configuración inadecuada de nuestra red inalámbrica «puede permitir a un atacante robar la información que transmitimos», relatan en un comunicado expertos de la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI).

En caso de duda, Movistar también recomienda realizar cambios en la contraseña. Asimismo, recuerdan que el «password» con el que viene el WiFi de fábrica debe ser cambiado por el particular: «Si esta no se modifica corremos graves riesgos, pues el intruso podría tener acceso al panel del control de la wifi y tomar el control de nuestra red. En ocasiones, simplemente viendo la interfaz de inicio del router, se puede averiguar qué usuario y contraseña tiene por defecto haciendo una consulta en un buscador».

Desde la operadora Más Móvil expresan, por otra parte, que también existe la posibilidad de que la red del vecino esté interferiendo en la propia: «Si nuestros vecinos cuenta con un router en su casa, puede provocar que los canales de frecuencia sean similares y esto provoque que en ambos casos nos veamos asignados a una velocidad menor en nuestro WiFi».

Es posible, aunque no lo parezca, conectarse a los canales menos colapsados. «A veces, en la página de administración de tu router, hay una opción llamada control del canal que sirve para elegir uno de los canales en los que puede operar tu route», añaden desde Devolo. Los routers modernos pueden configurarse para que de manera automática encuentre el mejor canal para la red y analizar, desde un mapa, la saturación para poder elegir el que mejor se adapta a las necesidades del usuario. Esto es algo que se puede comprobar fácilmente desde servicios digitales instalados en móviles.

Utiliza cables

En muchas ocasiones la mejor opción para mejorar la conexión pasar por recuperar los engorrosos cables. Igual no se puede hacer para los dispositivos móviles o portátiles, pero puede ser una opción conveniente para las consolas de sobremesa de tipo PlayStation 4 o Xbox One, cuyos usuarios juegan a menudo con otros jugadores por internet. Conectarla directamente al router a través de su puerto Ethernet puede ayudar a la mejora de la velocidad. Con ello logremos que el aparato recibas la señal más potente. También es interesante conectar algunos aparatos en otra frecuencia, la de 5 GHz, y otros a la más extendida de 2.5 GHz, pero no todos los routers cuentan con esta particularidad. Lo más drástico es, sin embargo, cambiar de router WiFi por uno más actual o, incluso, valorar la oportunidad de contratar otra tarifa.