por @fdo_buitrago

En el PRM se nota el mismo síndrome que vimos con los moraos’… los funcionarios creen ser polítcos y peor, creen ser líderes y algunos si lo son, la minoria pero el resto, vive el sueño de la secretaria que quiere ser el jefe.

Tener empleados no es tener seguidores, al empleado le paga el gobierno, al seguidor lo mantienes con discursos o con dádivas.

Los empleados entonces lanzan la esperanza que su jefe se convierta en alcalde, diputado, senador e incluso, por qué no, presidente, pero el jefe solo cuanta con la nómina estatal, tan reducida, tan pequeña, tan «nada».

Ver a algunos funcionarios anunciando la mínima posibilidad de mutar a líder político es tema de risa e incluso, pena, ávidos de ver sus nombres en titulares de mala prensa es como un orgásmo no disimulado.

El poder que te confiere el nombramiento, mandar hombres y mujeres, no convierte a nadie en a quien se deba seguir a ningún lado por votos, necesariamente y solo con el voto de los empleados se llega, si acaso, a la «esquina».

El ser humano tiende a «creerse cosas» cuando tiene un cetro aunque sea de papel y una secretaria.

El exceso de Ego es terrible, casi tan grande como el ridículo.

@fdo_buitrago